En un esfuerzo por mejorar la infraestructura y la calidad de vida de sus ciudadanos, el Municipio de Guayaquil y EMAPAG alcanzaron un hito significativo con la finalización del Plan Choque, un ambicioso proyecto de alcantarillado pluvial que promete transformar la gestión de aguas lluvias en el noroeste de la urbe.
Con una inversión de 7.5 millones de dólares, las 16 obras que componen el Plan Choque fueron completadas en su totalidad, incluyendo trabajos complementarios en tres de ellas.
Este proyecto no solo representa un logro técnico, sino también un paso adelante en la protección contra inundaciones para 160.000 habitantes de sectores históricamente afectados por las lluvias torrenciales.
Las obras, que incluyen la reconformación de canales, desobstrucción de alcantarillas y construcción de ductos cajones, tienen como objetivo principal aumentar la capacidad hidráulica del sistema de aguas lluvias. Esto es crucial en áreas de alto riesgo y población vulnerable, donde las consecuencias de las inundaciones pueden ser devastadoras.
Los barrios beneficiados, entre los que se encuentran El Fortín, Bastión Popular, Mi Lote, y muchos otros, ahora cuentan con una infraestructura mejorada que no solo mitigará los efectos de las precipitaciones extremas, sino que también mejorará la salubridad y la calidad ambiental de la zona.
View this post on Instagram
El Plan Choque es un ejemplo de cómo la inversión en infraestructura puede tener un impacto directo y positivo en la vida de las personas, preparando a la ciudad para enfrentar los desafíos del cambio climático con mayor resiliencia y seguridad.
Este proyecto es un testimonio del compromiso del Municipio de Guayaquil y EMAPAG con el bienestar de sus ciudadanos y su determinación para avanzar hacia un futuro más sostenible y protegido.