Explora una experiencia gastronómica excepcional en el corazón de la Sierra Ecuatoriana, donde la fusión entre tradición y sabor te transportará a un deleite auténtico. Sumérgete en nuestro establecimiento ubicado en Cacique Álvarez y descubre una verdadera joya culinaria: el renombrado llapingacho, aclamado como el segundo mejor plato de papa a nivel mundial.
Desde sus humildes inicios en 1978, Carlos Chicaiza y su esposa Gladys Quinaloa han conquistado los paladares más exigentes con esta delicia culinaria. Su travesía comenzó modestamente con la preparación de chuzos de carne con tortillas de papa. El fervor y la admiración que generó este plato los impulsaron a alquilar un local para compartir su obra maestra: el llapingacho.
¿Qué es exactamente el llapingacho? Es un plato emblemático de la región que combina la riqueza de la tortilla de papa, un huevo frito exquisitamente cocido, la sabrosa longaniza y una salsa de cebolla que despierta todos los sentidos. Sin embargo, en nuestro establecimiento, añadimos un toque extraordinario con nuestra salsa de maní exclusiva, llevando su sabor a nuevas alturas.
Sumado a la exquisitez del llapingacho, nuestro espacio te brinda calidez y hospitalidad en cada visita. Más allá de ser un lugar para degustar este plato único, ofrecemos un ambiente acogedor que invita a descubrir los secretos de la cocina tradicional de la Sierra. La pasión y el compromiso de Carlos y Gladys se reflejan en cada plato que sale de nuestra cocina.
¿Por qué elegirnos para tu próxima experiencia gastronómica? Porque no solo te ofrecemos comida excepcional, sino también un espacio donde la tradición se encuentra con la innovación. Cada bocado es una inmersión en una historia culinaria que ha trascendido décadas, evolucionando para brindarte una experiencia inolvidable.
¿Dónde nos encuentras? Estamos ubicados en la intersección de Cacique Álvarez y Olmedo. ¡Te invitamos a descubrir por qué aquellos que ingresan con apetito salen plenamente satisfechos! Ven y déjate cautivar por el sabor auténtico de la Sierra Ecuatoriana y, por supuesto, por nuestro famoso llapingacho, una experiencia culinaria que no querrás perderte.