La quinoa, ese pequeño grano ancestral, se ha ganado un lugar destacado en la dieta de muchas personas. Pero más allá de su sabor y versatilidad, la quinoa también ofrece beneficios para la salud, especialmente en lo que respecta al hígado.
Investigadores del Instituto IMDEA Alimentación y la Universidad Internacional de Valencia (VIU), en colaboración con el CSIC y la Universidad de Catania, han realizado un estudio que arroja luz sobre el papel de la quinoa en la prevención y tratamiento de enfermedades hepáticas.
Según los hallazgos, la quinoa es rica en inhibidores de las proteasas serina, sustancias que no solo mejoran la síntesis de ácidos grasos y triglicéridos, sino que también activan los macrófagos intrahepáticos. Estos macrófagos son esenciales para evitar la acumulación de grasa en el hígado y mejorar el perfil lipídico hepático.
La Dra. Aurora García Tejedor, Vicedecana de Ciencias Biosanitarias de la Facultad de Ciencias de la Salud de VIU, explica que estos inhibidores no solo promueven la expansión de los macrófagos, sino que también afectan la diferenciación selectiva de las células linfoides innatas. Esto conduce a una reducción de la inflamación y una mejora general en la salud hepática.
El descubrimiento es especialmente relevante para combatir enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad, como el hígado graso no alcohólico y el cáncer de hígado. El Dr. José Moisés Laparra, investigador en IMDEA Alimentación, destaca que este enfoque podría revolucionar el tratamiento del cáncer hepático.
Aunque sabemos que la alimentación afecta nuestra salud general, aún queda mucho por descubrir en el campo de las terapias inmunonutricionales. La investigación demuestra que las células inmunitarias innatas y los macrófagos desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la obesidad y el cáncer hepático.
La metodología utilizada en el estudio involucró modelos de ratones, dietas altas en grasas y la extracción de inhibidores de proteasas tipo serina de las semillas de quinoa. Los resultados abren nuevas puertas hacia tratamientos más efectivos y un mejor control de los crecimientos tumorales.
