La educación a distancia se está consolidando como una herramienta fundamental para el avance profesional en Ecuador, especialmente cuando se complementa con acreditaciones internacionales. Según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el uso de Internet en el país creció un 11.5% debido al teletrabajo y las clases virtuales. Actualmente, Ecuador cuenta con 15.29 millones de usuarios de Internet, lo que representa una penetración del 83.6%, lo que refleja un avance significativo en el acceso a la educación virtual.
La educación a distancia ofrece una flexibilidad invaluable que se adapta a las necesidades de los profesionales que buscan ampliar su formación sin descuidar sus responsabilidades laborales. Esta modalidad fomenta la autonomía, la gestión del tiempo y el aprendizaje autogestionado, competencias altamente valoradas en el ámbito profesional.
Ángel Figueroa Medina, actual Director de Finanzas y egresado de la maestría en Broward International University (BIU), es un claro ejemplo del impacto positivo de la educación a distancia. “Con más de 25 años en el sector financiero, los conocimientos adquiridos en BIU me han permitido aportar significativamente a mi entorno laboral. Estoy considerando un doctorado, convencido del valor que BIU aporta a mi desarrollo profesional”, afirma.
Por su parte, Ana Verónica De la Rosa, egresada de la Maestría en Administración de Empresas de BIU, destaca cómo su formación le permitió cambiar de industria y obtener un puesto en una empresa de ingeniería. “La flexibilidad del programa y la plataforma amigable me permitieron integrar las clases con mi vida diaria”, señala De la Rosa.
Maestría internacional: Una ventaja competitiva
Las maestrías internacionales no solo abren puertas en el mercado laboral ecuatoriano, sino que también posicionan a los egresados a nivel global. Verónica De la Rosa comparte su experiencia: “Estudiar en BIU me permitió entender tanto el mercado local como el internacional. Me siento completamente preparada para emprender cualquier proyecto”.
Este tipo de formación enriquece el perfil profesional de los egresados y les brinda las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos del mundo laboral actual. De la Rosa enfatiza: “La formación no solo se enfoca en el desarrollo técnico, sino también en la creación de redes profesionales y el fomento de una cultura colaborativa”.
Un impulso al emprendimiento
La educación a distancia ha sido clave para que muchos profesionales se sientan preparados para emprender. De la Rosa planea crear su propia empresa de asesoría en diseño organizacional y reclutamiento de personal, demostrando cómo la formación a distancia puede ser un trampolín para aquellos que buscan iniciar sus propios negocios.
La educación virtual está comenzando a democratizar el acceso al aprendizaje en Ecuador, permitiendo que personas de diversas regiones y contextos socioeconómicos accedan a oportunidades educativas. Programas como los de BIU ofrecen a los ecuatorianos la oportunidad de acceder a una formación global, flexible y altamente competitiva, preparándolos para enfrentar nuevos retos en el mercado laboral. La educación a distancia se perfila, así, como una clave esencial para el éxito profesional en el país.
