En un esfuerzo por revitalizar el turismo local y atraer visitantes de todas partes del mundo, el Municipio de Guayaquil, a través de la Dirección de Eventos Especiales y Promoción Cívica, ha transformado la calle Panamá en un epicentro de diversión y comunidad.
El parque infantil de la calle Panamá fue el escenario este fin de semana de una vibrante fiesta de espuma, donde más de 50 niños encontraron un espacio para jugar y reír. La risa y el júbilo resonaban en el aire, mientras los pequeños disfrutaban bajo un cielo de burbujas.
No muy lejos de allí, la Plaza Lúdica se convirtió en un punto de encuentro para los corazones bondadosos, albergando una feria de adopción de animales rescatados. Este acto de amor brindó una segunda oportunidad a innumerables amigos peludos, y llenó de esperanza a todos los que participaron.
Alfonso Macías, un padre de familia que visitó la calle Panamá junto a sus hijos, compartió su entusiasmo: “Esto es súper entretenido, sobre todo para niños que están a punto de ingresar a clases”. Su testimonio refleja el sentir general de los asistentes, quienes encontraron en la calle Panamá un lugar para la recreación familiar.
La música no podía faltar en esta celebración de la comunidad. La Banda Municipal hizo acto de presencia, deleitando a los visitantes con melodías y ritmos tropicales que invitaban a bailar y disfrutar del momento.
Nancy Navarrete, otra visitante, expresó su gratitud por la iniciativa: “Esto hacía falta para que todos podamos venir a pasar un rato chévere”. Su comentario subraya la importancia de estos espacios de encuentro y esparcimiento para la vida urbana.
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La calle Panamá, con estas actividades, se consolida como un destino imperdible para quienes buscan vivir experiencias memorables en la ciudad de Guayaquil.