La Universidad Internacional de Valencia (VIU), integrante de la red Planeta Formación y Universidades, presenta una investigación que propone nuevas estrategias para enfrentar la violencia entre iguales en las escuelas, a través del aprendizaje invertido y la gamificación. Esta iniciativa busca mejorar la formación docente para crear ambientes educativos más seguros y colaborativos.
La investigación, liderada por Begoña Iranzo Ejarque, directora del Máster en Psicología en la Infancia y Adolescencia de VIU, destaca que, aunque existen diversas herramientas para la formación docente, aún es insuficiente para abordar eficazmente el acoso escolar y el ciberacoso. Según el estudio, pese a que el 84,5% de los profesores conoce casos de violencia en el aula, solo el 51,6% interviene, debido principalmente a la falta de capacitación especializada.

Ante esta realidad, la propuesta académica plantea incorporar en los planes formativos docentes sesiones que utilicen metodologías innovadoras: el aprendizaje invertido, que promueve la autonomía en el estudio previo y enfoca el tiempo en la aplicación práctica; y la gamificación, que introduce elementos lúdicos para motivar y comprometer a los docentes. Estas estrategias no solo facilitan el aprendizaje significativo, sino que también fortalecen el empoderamiento del profesorado, clave para actuar como agentes de cambio.
“La combinación de estas metodologías ayuda a los docentes a entender, identificar y prevenir la violencia escolar, además de fomentar la colaboración y un compromiso activo”, señala Iranzo. Por su parte, Sandra Gómez, directora del Máster en Dirección Sanitaria y Gestión Clínica, explica que el aprendizaje invertido permite un proceso más dinámico y reflexivo que mejora la capacidad de respuesta ante situaciones de violencia en el aula.

El estudio también menciona que, aunque programas como Prev@cib han demostrado eficacia en la reducción del bullying, la formación docente aún está rezagada y necesita actualizarse para ser realmente efectiva, como advierte la investigadora Laura Carrascosa.
En conclusión, la investigación de VIU evidencia que integrar el aprendizaje invertido y la gamificación en la formación docente es un paso fundamental para generar un cambio sustancial en las escuelas, reduciendo la violencia entre pares y promoviendo entornos educativos seguros, inclusivos y colaborativos. Este enfoque fortalece las competencias del profesorado, incrementa su motivación y capacidad para intervenir, y contribuye a una educación más humana y consciente de las problemáticas actuales.