¿Alguna vez has pensado que los dinosaurios todavía caminan entre nosotros? Aunque parezca increíble, no estamos hablando de Tiranosaurios Rex ni de Velociraptores, sino de un reptil que, aunque pequeño, guarda cierto parecido con estos antiguos gigantes: la iguana verde. Este fascinante animal es uno de los símbolos más emblemáticos de Guayaquil, y conocer su historia y su comportamiento puede ser una experiencia enriquecedora y educativa.
La iguana verde, conocida científicamente como *Iguana iguana*, es un lagarto arbóreo que se encuentra principalmente en las regiones tropicales de América Central y del Sur. En Guayaquil, estas criaturas han encontrado un hogar perfecto en los parques y áreas verdes de la ciudad, donde se las puede observar tomando el sol, descansando en las ramas de los árboles y, ocasionalmente, explorando el suelo en busca de comida. Aunque no son literalmente dinosaurios, las iguanas verdes pertenecen a un grupo de reptiles que ha existido durante millones de años, compartiendo algunos ancestros comunes con los dinosaurios. Su apariencia y comportamiento pueden hacer que te sientas como si estuvieras observando una criatura prehistórica en miniatura.
Este es un mito muy común que no podría estar más alejado de la realidad. Las iguanas verdes son animales dóciles y no representan una amenaza para los humanos. Aunque pueden parecer intimidantes por su tamaño y su apariencia, rara vez atacan a menos que se sientan extremadamente amenazadas. De hecho, en lugar de golpearlas, es mejor simplemente observarlas y disfrutar de su presencia sin intervenir. En Guayaquil, las iguanas verdes son una parte integral del paisaje urbano. Se pueden encontrar en varios parques y jardines, siendo el más famoso el Parque Seminario, también conocido como el Parque de las Iguanas. Este parque es un lugar icónico donde tanto locales como turistas pueden acercarse y conocer de cerca a estos fascinantes reptiles.
A pesar de su apariencia robusta, las iguanas verdes no son peligrosas para los humanos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, como todos los animales, pueden defenderse si se sienten amenazadas. Sus colas, por ejemplo, pueden utilizarse como látigos en una defensa rápida, pero esto es raro y solo ocurre en situaciones extremas. Para aquellos interesados en conocer mejor a las iguanas verdes, el Parque de las Iguanas es un excelente lugar para hacerlo. Aquí, puedes interactuar con estos animales de manera segura y respetuosa. Es crucial recordar que, aunque están acostumbradas a la presencia humana, siguen siendo animales salvajes y deben ser tratados con respeto y cuidado.
Es común que las iguanas verdes se aventuren fuera de los parques y áreas verdes y se caigan en los patios residenciales. Aunque esto puede ser una molestia para algunos, es importante recordar que estos animales no buscan causar problemas. Simplemente siguen su instinto natural de explorar y buscar alimento. Las iguanas verdes son una parte vibrante y valiosa de la fauna urbana de Guayaquil. Su presencia en los parques y áreas verdes de la ciudad ofrece una oportunidad única para observar y aprender sobre estos increíbles reptiles en su hábitat natural. Al conocer más sobre ellos y entender su comportamiento, podemos apreciar mejor su papel en el ecosistema urbano y promover una coexistencia armoniosa entre humanos y animales.
Así que la próxima vez que veas una iguana verde, en lugar de temerla, tómate un momento para admirar su belleza y reflexionar sobre su importancia como parte del patrimonio natural de Guayaquil.