La inauguración del nuevo viaducto que conecta las avenidas 25 de Julio y Roberto Serrano ha marcado un hito en la historia de la movilidad en Guayaquil, especialmente en su zona sur. Esta estructura, que promete aliviar la congestión vehicular, ya está cambiando la vida diaria de miles de conductores.
Antes de la construcción del viaducto, la intersección entre estas avenidas y la avenida Domingo Comín era un punto crítico de tráfico, con largas filas de vehículos esperando pacientemente su turno en los semáforos. Ahora, con el paso elevado en funcionamiento, los residentes de La Floresta y el Guasmo pueden disfrutar de un tránsito sin interrupciones. “Gracias a Dios se ha aliviado bastante la movilización,” afirma Gary Jama, un residente local que ya ha experimentado los beneficios del nuevo viaducto.
La avenida 25 de Julio, conocida por sus 12 carriles y como una de las arterias principales del sur de la ciudad, soporta una carga diaria de 47.440 vehículos. Esta vía no solo es esencial para el tráfico local sino también para el acceso al Puerto Marítimo y las numerosas empresas ubicadas en la región. Por su parte, la avenida Roberto Serrano, con sus seis carriles, facilita la comunicación entre el este y el oeste de la ciudad, conectando varias ciudadelas y cooperativas.
La mejora en la movilidad no solo se limita a la fluidez del tráfico. La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) ha implementado nueva señalética horizontal y el puente ahora cuenta con 25 reflectores y 32 luminarias led, mejorando significativamente la iluminación en el área.
El alcalde Aquiles Alvarez, quien inauguró la obra el viernes pasado, ha cumplido con su compromiso de reactivar los trabajos en la solución vial que estaban paralizados al asumir su cargo hace un año, con un avance del 40%. Con una inversión de 7,5 millones de dólares por parte del Municipio de Guayaquil, se espera que más de 125.000 familias se beneficien directamente de esta obra.
View this post on Instagram
“Antes era un problema virar de la 25 de Julio a la Floresta y para los que van al Puerto Marítimo, entonces ahora hay mayor facilidad para movilizarse,” comenta Milton Suárez, otro morador de la zona.
Este proyecto no solo representa un avance en infraestructura sino también un paso adelante hacia una Guayaquil más conectada y accesible para todos sus habitantes.