En la concurrida Av. Juan Tanca Marengo, un paso peatonal se ha convertido en el centro de atención no solo por su funcionalidad sino por la belleza que ahora lo caracteriza. La Alcaldía de Guayaquil ha emprendido una iniciativa que fusiona arte y naturaleza, plasmando la rica biodiversidad de la ciudad en un mural que embellece este espacio público.
La Subdirección de Obras por Administración Directa ha desplegado su cuadrilla de pintura artística para dar vida a un diseño que celebra la flora y fauna locales. Tras una semana de meticulosa limpieza, siete artistas han comenzado a dar pinceladas de vida al muro de contención que sostiene la estructura del paso peatonal.
El mural, de 30 metros de ancho por 3 metros de alto, es un homenaje a dos especies emblemáticas de Guayaquil: el papagayo y el colibrí. Estos animales, junto a una variedad de plantas ornamentales, son los protagonistas de esta recreación artística que ha costado USD 2.837.
Carlos Pesantez, un ciudadano local, expresó su admiración por la iniciativa: “Me parece una iniciativa muy bonita y ojalá los transeúntes no dañen lo bonito que está la pintura”. Su comentario refleja el sentir de muchos guayaquileños que ven en este proyecto una oportunidad para revalorizar los espacios públicos.
Este proyecto es parte de un esfuerzo más amplio por recuperar los espacios públicos de la ciudad. A través del arte y la cultura, se busca fortalecer los elementos que conforman la identidad de los guayaquileños y fomentar un sentido de pertenencia y cuidado entre la ciudadanía.
Con cada pincelada, Guayaquil reafirma su compromiso con la cultura y el medio ambiente, invitando a sus habitantes a redescubrir y volver a apropiarse de sus espacios urbanos. El paso peatonal de la Av. Juan Tanca Marengo es ahora un testimonio de cómo el arte puede transformar la cotidianidad en una experiencia estética y significativa.