La ciudad ha dado un paso significativo hacia la recuperación de su entorno urbano con la finalización de la demolición del emblemático edificio Fantasía, ubicado en el corazón del centro guayaquileño. A pocos metros de su antigua ubicación, un letrero de madera con el nombre del edificio permanece como el único vestigio de una estructura que, debido a su inclinación, representaba un peligro tanto para los ciudadanos como para los negocios de la zona.
Tras dos meses de intensas labores, el Municipio de Guayaquil logró llevar a cabo esta operación con un estricto cumplimiento de las normas de seguridad, sin registrar ningún accidente. Álex Anchundia, gerente general de Segura EP, destacó la importancia del trabajo coordinado entre diversas entidades, incluyendo las direcciones de Justicia y Vigilancia, Obras Públicas, Fundación Siglo XXI, ATM, Interagua y Segura EP. «Lo más importante hoy es que ya no hay riesgo y que ese tramo de la ciudad de Guayaquil va a volver a su normalidad», afirmó Anchundia.
El equipo de trabajo, compuesto por 40 personas, entre obreros, operadores de máquinas, técnicos y especialistas, ha cumplido con éxito su misión, devolviendo la tranquilidad a quienes residen y laboran en los alrededores de la calle 9 de Octubre, entre Esmeraldas y José Mascote.
Con la demolición concluida, los técnicos municipales han iniciado una nueva etapa de restauración que incluye la rehabilitación de jardineras, el retiro de escombros, la mejora de parterres, la instalación de iluminación, la señalización y la renovación de los sistemas de alcantarillado y agua potable. Estas acciones buscan devolver la normalidad a esta vital zona de la Ciudad de Todos, reafirmando el compromiso del Municipio con la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.