Durante este año, las terminales de Guayaquil movilizaron a 18’311.241 viajeros, destacándose como un punto estratégico para la conexión con las 23 provincias continentales. La Terminal Terrestre Guayaquil (TTG) lideró el tránsito de pasajeros con 16’518.143 usuarios, quienes eligieron destinos como Babahoyo, Milagro y Samborondón. Por su parte, la Terminal Terrestre Municipal Pascuales (TTMP) atendió a 1’793.098 viajeros hacia ciudades como Manta, Quevedo y Pedro Carbo.
Ambas terminales gestionaron cerca de 3.600 frecuencias diarias, lo que las convierte en un pilar fundamental del transporte de pasajeros y mercancías en Ecuador. Esto no solo facilita la movilidad de las personas, sino que también fomenta el comercio y el desarrollo económico del país. Gracias a su ubicación estratégica en la región costera, conectan eficientemente la costa con el resto del territorio nacional.
En 2024, se implementaron importantes mejoras para optimizar la experiencia de los usuarios. La TTG mejoró su sistema de iluminación, alcanzando un 95% de cobertura en sus áreas internas y externas. Además, se fortaleció el Grupo de Inteligencia de la Terminal (GIT), que trabaja en conjunto con organismos como la Policía Nacional, Segura EP y Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad y prevenir actividades ilícitas. Estas medidas apuntan a mantener un entorno tranquilo y seguro para todos los usuarios.
Asimismo, la gestión de la Fundación Terminal Terrestre Guayaquil (FTTG) incluyó acciones específicas para mejorar la accesibilidad y el confort de las terminales. Se habilitaron nuevas zonas de descanso, se modernizaron áreas comerciales y se amplió la señalización para facilitar el desplazamiento dentro de las instalaciones. Estas iniciativas buscan consolidar las terminales como espacios modernos, funcionales y competitivos.
Carlos Asanza, gerente general de la FTTG, destacó el compromiso de las terminales en ofrecer instalaciones modernas y eficientes que satisfagan las necesidades de los viajeros. A medida que el Ecuador avanza, las terminales terrestres de Guayaquil se posicionan como un eje crucial para la integración nacional, contribuyendo al desarrollo económico, la movilidad y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.