Durante los recientes cortes de energía eléctrica en Guayaquil, el Centro Operativo de Segura EP desplegó una gestión integral de seguridad y atención a emergencias, recibiendo un total de 361 alertas a través del servicio de emergencias 911. Los incidentes reportados abarcaron principalmente seguridad ciudadana (casi el 70% de las alertas), seguido por servicios municipales (11%) y siniestros (8%).
Las autoridades implementaron un plan de contingencia enfocado en combatir delitos graves, como asesinatos y secuestros, que tienden a incrementarse durante las horas nocturnas. Más de 50 vehículos de Segura EP se movilizaron para brindar apoyo a la Policía Nacional en los sectores más críticos de la ciudad, reforzando la vigilancia y la presencia de las fuerzas del orden.
Entre los incidentes reportados, destacó el vandalismo de una cámara de videovigilancia en la Isla Trinitaria a las 22:17 y un incendio en la intersección de las calles Machala y Alcedo a las 05:24, el cual fue controlado rápidamente por el Cuerpo de Bomberos, evitando mayores daños.
A pesar del racionamiento energético, las 34,000 cámaras del sistema de videovigilancia de Guayaquil continuaron funcionando sin interrupciones, lo que permitió un monitoreo constante de la ciudad. Un equipo de 57 funcionarios trabajó en estrecha coordinación con la Policía Nacional, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), el Cuerpo de Bomberos, las Fuerzas Armadas y agentes de Control Municipal, asegurando una respuesta ágil y efectiva a las emergencias.
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Para enfrentar los desafíos que presentaban los cortes de energía, la Policía Nacional estableció un puesto de mando en las instalaciones de Segura EP, lo que permitió maximizar la capacidad logística y tecnológica. Este esfuerzo conjunto buscó garantizar la seguridad de los ciudadanos y minimizar el impacto del racionamiento en la ciudad.
Desde que el Gobierno Nacional anunció el racionamiento de energía eléctrica, se activaron medidas preventivas para mantener la continuidad operativa y fortalecer los esfuerzos de seguridad, demostrando una sólida coordinación entre las instituciones públicas y los organismos de respuesta.